Como decía Aristóteles, «La felicidad es el significado y el propósito de la vida, el fin de la existencia humana» pero lo que se nos olvida es que la felicidad no depende de características físicas, sino del desarrollo de nuestra comprensión, para entender que toda persona que es feliz y expresa Amor, se hace correspondiente con cosas externas satisfactorias, de felicidad y de Amor.
Como ya avanzamos la semana pasada esto tiene que ver con la ley de la correspondencia que como dicen los expertos es una ley que determina que en cada lugar existe y sucede solo lo que tiene que existir y suceder y a nadie le sucede nada que no le corresponda.
Esto significa que todos los seres humanos, sin excepción, estamos ubicados en el lugar perfecto, para hacer el aprendizaje exacto que nos trajo al mundo, realizando siempre un doble propósito de APRENDER – ENSEÑAR.
Si lo vemos desde este punto, situaciones que habitualmente calificamos como tragedias podamos empezar a verlas como grandes oportunidades para aprender a ser felices, simplemente porque se transforman en situaciones correspondientes y necesarias para el desarrollo evolutivo de las personas que lo están viviendo.
En general, esta ley se reconoce en todo aquello que cada uno de nosotros podemos hacer con facilidad y es inútil ir en contra de ella porque se verifica en aquello, que por más que queremos, luchamos y hacemos esfuerzos por conseguir, no podemos realizar.
Lo curioso es que aunque no reconozcamos que esta ley existe, si intentamos ir en contra de ella es igual que ir circulando por una carretera en dirección contraria y decirle al policía que tú no sabías que estaba prohibido. El policía te dirá que pagues la multa y así ya has aprendido la norma.
Con las leyes del universo ocurre lo mismo: nuestra ignorancia no nos exime de recibir el resultado del peso de la ley. Por eso encontramos bloqueos, dificultades y no sabemos porqué está pasando eso en nuestras vidas.
Visto así podemos comprender mejor que simplemente nuestros «problemas» no son más que el resultado de nuestros errores y lo que es más importante nuestros errores no nos hacen culpables de nada, simplemente lo que nos hacen es correspondientes con un resultado.
Si comprendemos que esta ley funciona de esta forma se acabó la idea de injusticia y por tanto se acabó la idea de luchar por la justicia, pero no por resignación, por conformismo o porque pensemos que somos incapaces, sino porque sabemos así dejamos de hacernos correspondientes con situaciones desagradables.
Aunque el ego nos hace creer que lo importante es conseguir lo que «queremos» realmente nos engaña como a niños y nos hace correspondientes con toda clase de dificultades. El ego nos llena de miedo y esos miedos nos hacen correspondiente con experiencias de sufrimiento y «lucha» para salir de ellos.
Hay una parte en la filosofía que dice: “lo que más teméis caerá sobre vosotros” y es precisamente este punto de la ley de correspondencia. El que tiene miedo es el ego, la sabiduría y la comprensión no tienen miedo porque comprenden que nuestro mundo externo viene determinado por la persona que llevamos dentro.
Para perder este miedo y vivir desde la comprensión solo hay que tener presente que todo lo que está dentro de la ley funciona bien, fluye por si solo y lo que esta fuera no solo es difícil, es imposible que suceda. Por eso la comprensión de la ley de correspondencia libera de toda limitación de miedo o creencia dual de lo bueno y lo malo, justicia e injusticia, rencor, culpa o resentimiento que nos llevan a actuar en lo externo pero
Si tú estás dentro de la ley emitiendo armonía, no tengas miedo a lo que tienes que vivir, porque vivirás una vida repleta de armonía y comprensión. Tu mundo externo se corresponderá con nuestro mundo interno pensante y emocional. Cuando no nos gusta lo que vemos fuera debemos examinarnos a nosotros mismos desde dentro.
En cualquier parte puedes percibir los efectos de esta ley de correspondencia. Busca qué parte de eso que llevas dentro te está haciendo correspondiente con aquellas cosas que te están sucediendo fuera, pero recuerda que el camino del cambio siempre es hacia tu interior y si quieres conseguir resultados diferentes en tu exterior debes comenzar a convertirte en otra persona en tu interior. La importancia de la actitud.
Feliz semana!!