La palabra disciplina es una palabra polisémica con significados tan dispares que puede invitar a hacer asociaciones falsas y llevarnos a ciertas confusiones.
Disciplina significa educación pero también sumisión. Una disciplina puede ser una asignatura o una materia a aprender, pero también tiene puede ser considerada como la necesidad de obediencia a otros o docilidad.
Sin duda esta mezcla en algunos casos nos ha podido llevar a confusión y a no distinguir entre las dos acepciones que tiene la disciplina:
- Conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad. por ejemplo «El Comité Superior de Disciplina Deportiva sancionó al jugador con tres partidos»
- Conjunto de reglas o normas cuyo cumplimiento de manera constante conducen a cierto resultado. Por ejemplo «a fuerza de disciplina, mejoró enormemente su técnica interpretativa»
Es cierto que en ambos casos se trata de un conjunto de reglas que buscan un resultado, pero claramente ese resultado es totalmente opuesto. En el primer caso se busca la subordinación o «control externo» y en cambio en el segundo se trata de un entrenamiento personal y busca «crecimiento interno»
Igual que nos podemos confundir en este caso, veamos algunas de las falsas asociaciones, que son más comunes en las mentes de las personas que manejan profundas Penas Morales frente a las posibles asociaciones verdaderas que pudiéramos escoger a cambio:
ASOCIACIÓN FALSA | ASOCIACIÓN VERDADERA |
INCULPACIÓN: Los demás son culpables de lo que a mi me pasa | COMPRENDER: Los demás no son culpables de lo que yo escogí |
CASTIGAR: Ellos tienen que pagar por lo que hicieron | ENSEÑAR: Ellos necesitan aprender a hacerlo mejor |
CULPA: Yo soy culpable de lo que a ellos les está pasando | ERROR: Yo cometí errores con los que los demás se lastimaron |
CASTIGARSE: Tengo que pagar mi culpa, no merezco nada | APRENDER: Voy a aprender de esto para no volver a errar |
BONDAD: Yo quiero evitarles las experiencias de sufrimiento | DAR INFORMACIÓN: Yo puedo enseñarles a no sufrir ante la vida |
MALDAD: Personas que tienen la intención de causar daño | IGNORANCIA: Personas que causan daño por una buena causa |
MORAL: Defender el bien y luchar contra el mal | VERDAD: Todo lo que sucede es necesario para aprender a amar |
CARIÑO: Preocupación por el bienestar de los seres queridos | AFECTO: Compartir tu bienestar con las personas que quieres |
SENTIMIENTOS: Sufrir por el otro es tener buenos sentimientos | AMAR:Aceptar la experiencia del otro y ser feliz con su felicidad |
INDEPENDENCIA: Ser libre de hacer lo que yo quiera | LIBERTAD: Ser libre de asumir el resultado de mis decisiones |
CRITICAR: Expresar mis desacuerdos ante lo que está mal | EVALUAR: Definir en que puede usarse la capacidad de alguien |
En general estas asociaciones falsas tienen un cierto halo de amenaza y en muchos casos son normas socialmente aceptadas que la cultura ha ido trasladando generación tras generación, vestidas de «preocupaciones» que poco tiene que ver con el amor y más bien tienen la energía del miedo.
Ahora que ya sabemos que la energía del miedo no funciona abramos nuestras mentes a una visión de las cosas desde el Amor. El Amor nos invita a no tratar las normas como amenazas y a hacer acuerdos sustentados en compromisos que a su vez están sustentandos en beneficios:
- Una amenaza es cuando le decimos al otro «si tú no haces esto, yo te quito esto otro» y aquí interviene el miedo.
- En cambio un beneficio es: «si tú decides (porque no le estoy obligando) hacer esto, obtienes esto y si decides no hacerlo, no lo obtienes (tú, no yo)» aquí interviene el Amor y la comprensión
El tipo de disciplina que funciona es que cada uno nos comprometamos con nuestras decisiones y nuestros resultados sin estar obligados a nada. Si nos sentimos obligados ya no hay compromiso y por lo tanto no será herramienta para el éxito sino para el sufrimiento. Es una de las causas rotundas de fracaso.
La obligación no existe, es solamente una actitud interna de culpar a los demás de los resultados que yo mismo obtengo. Mientras yo esté culpando a los demás, de cualquier cosa, no estoy asumiendo; y si no estoy asumiendo, es porque me siento obligado; y si me siento obligado, es porque creo que los demás son culpables de imponerme algo.
Pero ojo, asumir los compromisos no tiene nada que ver con preocuparse, sino más bien con disfrutarlo. Preocuparse es un vicio de la mente asociado al miedo a perder, asociado a creer que soy dueño de algo, asociado a pensar que tengo que defenderme de a algo o de a alguien. Preocuparse es una restricción mental que nos impide reconocer nuestros errores.
No se trata pues de una disciplina que nos invite a preocuparnos, se trata de practicar la disciplina para aprender, en especial para aprender de los errores que es la pedagogía del Amor. Castigar los errores es en cambio la pedagogía del horror.
Revisemos si en algún ámbito de nuestra vida estamos confundiendo la disciplina del Amor con la disciplina del Horror y aprendamos a distinguir bien la energía de la verdad que pueda iluminar la oscuridad del miedo. Esta reflexión me ha recordado este maravilloso corto que igual ya conoces, pero que yo no me canso de verlo una vez más.
Feliz semana
¿Bailamos? © por jafproducciones
Feliz semana!!!