El poder de elegir

Esta semana te voy a regalar una frase mágica para utilizarla cada mañana cuando te despiertes que te ayudará a tener una vida repleta de alegría, abundancia y felicidad.

«Siempre dispuesto en cualquier circunstancia presto al servicio con alegría y entusiasmo»

Igual la primera vez resulta un poco cargante, pero si te das cuenta únicamente habla de estar orientado a disfrutar profundamente cada instante del día. Se trata de «elegir» afrontar las circunstancias que el día nos traiga, con toda la alegría y con todo el entusiasmo de forma incondicional sean las circunstancias que sean.

Para hacer este ejercicio, la clave más importante es ser conscientes que siempre tenemos la capacidad «elegir» cómo queremos afrontar cada situación que vivimos. Tenemos la opción de «elegir» utilizar nuestros valores internos asociados a la alegría y el entusiasmo o por el contrario podemos «elegir» utilizar limitaciones o restricciones aprendidas.

Las limitaciones o restricciones son el freno a la expresión de tus valores y conectan con situaciones de sentimiento interno de frustración, desánimo, apatía, etc. Además, es importante saber que son características culturales aprendidas temporales, porque no nacen con nosotros sino que se adquieren por el camino. Los valores y las virtudes en cambio son características impresas por naturaleza en todos y cada uno de nosotros.

Por tanto, si las limitaciones son temporales se pueden soltar y «elegir» vivir la vida desde los valores que son lo que realmente somos en nuestra esencia más profunda. Para ello necesitamos tres ingredientes fundamentales:

  1. SENTIR, el manejo del sentimiento es todo un arte y es la mejor herramienta que el universo nos ha dado para el auto conocimiento y la acción. Se trata de observar mis sentimientos y «elegir» dirigirlos, al igual que el pensamiento, voluntariamente hacia lo positivo para sentir gusto, agrado, admiración, cariño… Si no puedo sentir esto, en cualquier circunstancia, es porque yo no soy dueño, ni de mi pensamiento, ni de mi sentimiento, y ahí la situación personal se complica, porque en el momento en que tengamos un sentimiento negativo, todo lo que hacemos se tiñe de negativo.
  2. TENER GANAS, tener el deseo, el gusto de hacer cualquier cosa «eligiendo» el entusiasmo. La apatía, la depresión o cualquier actitud que nos separe del entusiasmo, nos conectan con la restricción mental. Con entusiasmo es fácil tener ganas permanentes de servir, de participar, de compartir, de aportar, de aprender, de hacer, de disfrutar, de ser feliz, «eligiendo» vivir con ganas, deseo e interés desde la incondicionalidad, lo que supone un trabajo interno profundo basado en la «elección» de usar tus valores, sin importar lo que pase fuera.
  3. SABER QUE TU PUEDES, porque los valores y la capacidad están en tu propio origen. Saber que «puedes elegir» respetar a todos los seres vivientes, ser 100% confiableservir incondicionalmente, ser experto en cualquier cosa que te propongas practicar y comprometerte profundamente con lo que realmente eres. Esta es otra de las capacidades que hemos perdido por la información falsa de la cultura: la capacidad de comprometernos.

La falta de compromiso es uno de los vicios del fracaso.  Si crees que no tienes la capacidad, que no vales, que no puedes estás «eligiendo» el fracaso. En cambio si sabes que puedes porque esas condiciones existen dentro de ti, por naturaleza, lo haces con todas tus ganas y utilizas tus sentimientos con sabiduría entonces es cuando «eliges» generar el valor del éxito.

Estos tres pasos son los que disparan los valores internos y los que nos permiten vivir una vida plena, llena de satisfacción incondicionalmente. Dicen los maestros que la vida plena es una vida sin condición y sin restricciones con respecto a los valores, porque si le ponemos cualquier condición, ya nos limitamos. Cuando esto no sucede es porque le hemos puesto restricciones a nuestros valores, es decir, no somos incondicionales.

Todos tenemos en nuestro interior una toda la potencialidad y capacidad incondicional de ser lo que nos propongamos como esta pastilla de jabón que aparece en e siguiente video.

Esto nos muestra algo: así como dentro de nosotros están los valores y las virtudes, también están las restricciones y nosotros tenemos el poder de «elegir» lo que queremos que sea «nuestro jabón». Para descubrirlo te recomiendo que hagas el ejercicio de hacer dos listas lo más detalladas posible sober:

  • Todas las restricciones que te pones: esta lista la llamaremos el “freno” a la expresión de tus valores. Para hacerla conectan con situaciones de sentimiento interno de frustración, de desánimo, de apatía, etc.
  • Tus valores internos y para hacerla básate en situaciones que te provocan una profunda alegría y un profundo entusiasmo. Esta lista es muy útil sobre todo para utilizarla cuando entramos en depresión. Esta lista es recomendable alimentarla por lo que cada vez que sientas alegría o entusiasmo con algo apuntalo en la lista.

El objetivo fina del ejercicio es poco a poco ir desmontando y reduciendo  la primera e ir alimentando y ampliando la segunda siempre teniendo en cuenta que eres tú el que eliges que lista quieres que sea la protagonista de tu vida

Nunca lo olvides tú eliges cómo quieres vivir tú vida!!!!

Feliz semana!!