Navidad significa nacimiento, natividad, pero se refiere a un nacimiento interior, no al nacimiento físico. El nacimiento interior equivale a un despertar de nuestra conciencia, a un asumir nuestra vida de una manera diferente a lo que hemos venido haciendo durante miles de años los seres humanos.

Durante todo ese tiempo hemos estado tomando la información a través de un proceso automático inconsciente, y esta navidad puede ser el momento del nacimiento de nuestra consciencia para que ese proceso deja de ser automático y pasa a ser un proceso voluntario. La invitación es que pasemos a asumir nuestras vidas comprendiendo que somos el resultado de nosotros mismos, a saber que las circunstancias que nos rodean son exactamente las que corresponden con nuestro propio proceso.

Ser consciente nos permite darnos cuenta de que vivir mi vida no tiene nada que ver con Vivir la vida. La vida es mucho más que eso que yo creo que es mi vida. Esto es lo que el profundo significado de la navidad y muchos de los conceptos que lo acompañan como es que el niño que nace es el niño interior y adorar al Niño  significa, Digno de ser amado, es decir, que al Niño Interior (Ser Crístico), es necesario amarlo y está relacionada con esa autoestima de la que hemos estado hablando estas últimas semanas-

Y sabremos que estamos naciendo desde nuestro ser interior cuando podamos disfrutar intensamente la vida todos los días, viendo en cada posibilidad una oportunidad de aprender algo que es tan valiosa que vale la pena tomarla con inmensa alegría y con profundo disfrute.

Y en cambio cuando no queremos sentir lo que siento o vivir plenamente lo que la vida me ofrece lo que estoy haciendo es quitar consciencia a la situación y eso es una trampa para el «ser» ese ser interior que está en ti y que podemos llamar el niño interior. Esto pasa cuando nos dejamos llevar por el miedo y el ego que hace que no queramos ser conscientes de que realmente queremos ser conscientes.

Te invito por tanto a vivir estos días a una verdadera navidad del corazón, a un verdadero despertar para hacerte consciente de tu propia capacidad de dirigir tu vida para ser feliz, próspero, abundante y lleno de paz. Esto se consigue dejando atrás las limitaciones humanas del ego, creencias, conceptos, luchas y peleas por cambiar lo que no es cambiable y a cambio solamente aprovechar lo aprovechable.

Soltar las creencias, los miedos y los apegos a todo aquello que creemos indispensable para poder subsistir, es soltarse al fluir perfecto del universo y acceder a la información para tener paz, ser feliz y disponer de los recursos necesarios para servir el propósito del Amor. La comprensión de no posesión, libera de los apegos y abre una formidable puerta al infinito, por lo cual, podemos asegurar que no necesitamos poseer nada para:

AMAR: porque es una esencia divina que existe dentro mí.
SERVIR: porque es una cualidad inherente al amor que está en mí.
SER FELIZ: porque es una virtud que yo desarrollo en mi interior.
RESPETAR: porque es una característica del amor que hay en mí.
DISFRUTAR: porque es una facultad de mi capacidad de servir.
TENER PAZ: porque es un resultado de mi propia comprensión.
AGRADECER: porque reconozco el valor de toda experiencia.
VALORAR: porque puedo disfrutar de todo lo que tengo y de todo lo que hago.
COMPARTIR: porque puedo dar lo mejor de mí, y recibir lo mejor de los demás.

…Cuyo resultado es la magia y el milagro de la Navidad: una formidable capacidad para tener acceso a la abundancia del Universo y la sabiduría disfrutando cada instante de la vida, para ser feliz, amar y servir.

Feliz semana y Feliz Navidad!!