Un tesoro perdido

Todos tenemos a nuestra disposición un tesoro gigantesco, pero pocas personas se han dado cuenta…

Nos pasamos la vida buscando fuera un tesoro que hemos llamado éxito o felicidad, sin darnos cuenta que el mayor tesoro lo escondemos en nuestro interior. Suena muy utópico pero todo ser humano es un tesoro en sí mismo.

Según la definición tesoro es un «Conjunto de dinero, joyas o cosas de mucho valor que está guardado o escondido» La definición de tesoro habla de valores escondidos y nosotros escondemos en nuestro interior lo que realmente somos: un gran valor.

¿Por qué hacemos esto? podríamos decir que por egoísmo, sobre todo en el caso de guardarnos algo material, pero realmente lo hacemos por ignorancia. No nos han enseñado a comprender que si escondemos un valor interior nosotros mismos no somos capaces de disfrutarlo y a cambio nos hacemos esclavos de cosas externas que no nos dan ningún beneficio.

Si no somos capaces de ser felices con lo que ya tenemos en nuestro interior, nada de lo que recibamos de fuera podrá hacernos felices. Cuando encontramos personas que fracasan en diferentes situaciones es por dos sencillas razones: primero porque no han encontrado sus propios valores y segundo porque no saben usarlos.

El secreto del éxito consiste en conocer y saber aprovechar adecuadamente tus propios valores, valorar lo que tienes y aprender a compartirlo. Si encuentras tus valores, los usas y los compartes todo lo demás se da por añadidura. Descubrir tus valores internos te permitan tener una vida de mayor satisfacción y logro.

El primer paso para lograr el éxito es identificar claramente las mejores cualidades que se poseemos,  dedicarse con todo empeño a desarrollarlos al máximo y olvidarse de competir hacia fuera. Hemos confundido ser «competitivo» con un valor cuando lo que realmente tiene valor es ser «competente». Veamos cual puede ser la diferencia:

COMPETITIVO  COMPETENTE
  • Compararse con los demás para saber cómo hemos hecho las cosas
  • Hacer lo mejor que cada una puede sin preocuparse de los resultados de los demás
  • Luchar contra los demás generando guerras y crisis
  • Estar en Paz sin entrar en una lucha, ni en una guerra ni en una crisis
  • Sentirse mal por no lograr el primer lugar
  • Despreocuparse si los demás tienen mejores o peores condiciones
  • Pelear con los demás por la supervivencia sin importar a quien tengo que arrasar para ganar
  • Actuar dando lo mejor de uno mismo y sobre todo disfrutar de sus magníficos resultados
  • Conectar con nuestras limitaciones y por tanto con las limitaciones de los demás
  • Conectar con nuestros valores y por tanto con los valores de los demás
  • La vida se vuelve un infierno
  • La vida se vuelve una experiencia de satisfacción

La competencia, desde este punto de vista, no es un valor si no una limitación instintiva y mental. El que solo busca competir con los demás genera peleas, frustraciones, odios, deseos de venganza y conecta limitaciones. A cambio la persona competente, que sabe compartir, genera cooperación, unión, crecimiento y mutua satisfacción.

Esto es así porque “solo lo mejor de ti se puede relacionar con lo mejor de los demás” y «lo peor de ti se relaciona con lo peor de los demás» entonces sabiendo esto ¿qué pasaría si todos renunciáramos a competir y nos dedicáramos a ser competentes?

Este sería la llave de ese gran tesoro que tenemos escondido: el resultado de la abundancia, la felicidad, la paz, el éxito en la vida son el resultado de expresar siempre lo mejor de nosotros en cualquier circunstancia. Esta es la forma de utilizar el tesoro, una vida interior y exterior excelente, abundante, el tesoro más grande que existe y que nunca podrá gastarse.

No hay nada más abundante que el universo pero no tenemos acceso a él a menos que usemos nuestro tesoro interior como se relata en este cuento para despertar:


Y sobre todo recuerda: «No te creas nada, verificalo»

Feliz semana!!!