De lo que siembras…

Llevamos 12.500 años en el planeta tierra verificando que la agresión y la violencia no funcionan; no funcionan para que haya salud, no funcionan para que haya armonía, no funcionan para que haya abundancia, ni por supuesto para que haya equilibrio social.

La paradoja es que le damos el protagonismo a aquellos que viven una vida repleta de violencia. Cada día nos levantamos con noticias sobre personas que buscan la felicidad «luchando por ideales» que no les dan el resultado esperado, porque viven inmersos en la lucha, violencia y la pelea, en vez de ocuparse en encontrar la paz y la felicidad que buscan. Es como si esperásemos que plantando un manzano, nos fuese a ofrecer a cambio naranjas. ¿¡De locos verdad!?

Si buscamos encontrar la felicidad sembrando la lucha, en vez de felicidad lo que nos vamos a cosechar es lucha. Es muy simplemente: la lucha genera lucha, violencia, pelea y agresión y nos separa de la paz, la felicidad o la abundancia. La «eterna lucha» en la que solemos estar inmersos en nuestro día a día no funciona.

El paso necesario para evolucionar hacia una vida de paz, felicidad y abundancia es soltar el imponer y practicar el asumir. En el momento en el que soltemos la necesidad de imponer a otros, la lucha será automáticamente sustituida por el Amor y la comprensión.

Una vez que somos conscientes de este punto podremos tomar la decisión de declararnos en un estado total de paz, de convivencia armónica y pacífica con todos los seres del universo, incluidos nosotros mismos, lo que implica una renuncia:

Renuncio total y definitivamente a responder a la violencia con violencia, a la agresión con agresión, a la ofensa con la ofensa… renuncio definitivamente a instalar ningún tipo de defensa sobre lo que me digan u opinen otros, solamente utilizaré las precauciones necesarias, pero no defensas; y me dispongo totalmente a respetar los derechos de todos los seres vivientes del universo.

¿Te imaginas qué pasaría en la sociedad si todos y cada uno de nosotros nos comprometiésemos con esta decisión? Pues la buena noticia es que, aunque no salgan en las noticias, hay muchas personas que verifican cada día en su experiencia que hacer este sencillo, pero profundo compromiso, les hace correspondientes con una nueva civilización que se caracteriza por una convivencia pacífica y armónica. Una vez más te comparto un vídeo que ayuda completar esta reflexión.

Feliz semana!!