Si recuerdas antes del verano estábamos repasando los 10 mandamientos de la verdadera felicidad.

Ya habíamos visto los cinco primeros y esta semana hablaremos del sexto que dice así:

Debes saber que el mundo «ahí fuera» refleja tu realidad «aquí dentro»

Supongo que no es la primera vez que escuchas esta reflexión, y es muy posible que pienses que se trata de algo muy teórico y complicado de aplicar, pero vamos a profundizar en ello para comprobar que se trata de una de esas verdades de la vida que conviene practicar.

Esta creencia tiene que ver con lo que los expertos llaman «El principio del espejo». Te levantas por la mañana y te sitúas frente al espejo; ves una imagen ojerosa, desarreglada, que no está muy presentable. Entonces para solucionar la situación duchas al espejo, le echas gel y champú, lo peinas, lo vistes, le echas colonia… todo buscando que la imagen del espejo cambie y se convierta en una persona presentable y arreglada…

Pues aunque visto así parezca absurdo, es lo que hacemos todos los días en nuestra vida. Creer que el problema está fuera es un vicio ancestral y tiene que ver con “creer que sabemos» a pesar de que los resultados que obtenemos no son satisfactorios. Nuestros problemas no están ni en otras personas, ni en los gobiernos, ni en las estructuras sociales, ni en la violencia, ni en la corrupción, ni siquiera en la crisis; nuestro problema solo está en nosotros mismos y nuestra falta de sabiduría.

Tal y como explica el principio del espejo, lo de fuera (el reflejo) no es lo que tenemos que cambiar, sino que lo que necesita arreglo es nuestro interior (el ser). Las personas y las situaciones no son las que nos molestan, somos nosotros los que nos molestamos con ellas. Si yo me siento mal con alguien o con algo es porque tengo una limitación interior que necesito comprender y aceptar.

Nuestra mente funciona exactamente al revés de lo que debería. Está enfocada hacia lo que me gustaría cambiar de lo que veo fuera, en vez de estar enfocada hacia lo que yo tengo que cambiar en mi pensamiento o mi forma de enfrentarme a las diferentes situaciones de la vida y esto nos lleva a una continua resistencia con lo que nos pasa.

Resistirnos ante cualquier situación es lo que llamamos la creencia del terco: creer que tengo la razón y como creo que tengo la razón no hago ningún cambio, insisto e insisto con los mismos comportamientos de siempre aunque el resultado siga siendo igual de negativo que siempre.

Aunque pueda parecer que va en contra de la razón, si en ved de resistirnos y pelearnos contra el mundo, buscásemos comprender y aceptar cualquier circunstancia, generaríamos nuevas correspondenias de paz y resultados. Solo necesitas cambiar el método y pasar de creer a saber. El propósito es aprender a practicar el método de la verificación de resultados de la siguiente forma:

Si mi relación con la realidad es conflictiva, si el resultado que yo obtengo en cualquier situación de mi vida no es el que yo espero es que estoy usando información falsa y algo tengo algo que aprender. Es porque NO SE.
Si mi por el contrario mi relación con la realidad es totalmente satisfactoria, si el resultado que yo obtengo es exactamente el resultado que yo espero obtener entonces es porque SÍ SÉ y estoy usando información verdadera.

Por tanto ante cualquier situación problemática que estés enfrentando suelta tu resistencia y pregúntate ¿qué puedo aprender de esta situación? ¿qué puedo cambiar en mi? ¿qué otra manera de enfrentarme a ella me podría dar otro resultado? y con tus respuestas prueba nuevas alternativas hasta que obtengas un resultado satisfactorio.

En resumen, renuncia a cambiar lo que está pasando fuera, suelta aquellas creencias que te limitan y pon toda tu intención y sabiduría en afrontar cualquier situación que te pase con la actitud, pensamiento o comportamiento que te deja paz y así comenzaras a generar una nueva correspondencia de abundancia, felicidad y satisfacción.

Y como siempre un vídeo para completar y reforzar esta reflexión https://youtu.be/Xj5olaswjxo

Feliz semana!!