Varios de vosotros me habeis comentado que queríais retomar el tema de la Autoestima que comenzamos a tratar en anteriores post. Si recordais enfocamos este tema utilizando los seis pilares de la práctica de la autoestima que propone el experto psicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden y que son:
- (*) La práctica de la aceptación de sí mismo
- (*) La práctica de la responsabilidad de sí mismo.
- (*) La práctica de vivir conscientemente
- La práctica de la autoafirmación
- La práctica de vivir con propósito
- La práctica de la integridad personal
Ya hemos tratado en otros post los tres primeros (*ver enlaces) y vamos a retomar los tres siguientes comenzando hoy por la autoafirmación y continuaremos durante las dos próximas semanas con: la práctica de vivir con propósito y la práctica de la integridad personal.
Cuando hablamos de autoafirmación nos referimos a nuestra disposición a vivir de forma auténtica. Esta disposición significa tener una perspectiva de vida basada en nuestros valores o lo que es lo mismo basada en nuestro verdadero SER.
Desde esta perspectiva, la autoafirmación es fuente de felicidad, creatividad, entendimiento, paz, armonía, risa, amor y bienestar. Autoafirmación significa tener la capacidad de valernos por nosotros mismos, de respetar nuestros deseos, necesidades y valores buscando la forma de expresión más adecuada que nos permita aprovechar y disfrutar plenamente de nuestra realidad.
Lo opuesto de la autoafirmación es identificarnos con cosas externas, como por ejemplo definirnos a nosotros mismos en función de nuestro estatus, nuestras relaciones, nuestras posesiones, logros, títulos, etc. o simplemente identificarnos con una «imagen» que nos hemos construido de nosotros mismos en función de nuestras creencias. Es decir, cuanto más conectamos nuestra identidad a factores externos menor será nuestro nivel de autoafirmación y mayor será nuestra inseguridad.
La mayor parte del tiempo buscamos sentirnos felices intentando que las cosas «externas» salgan tal y como «queremos», pero en lo más profundo de nosotros sabemos que esa fuente externa de «buenos sentimientos» puede desaparecer en cualquier momento y esto nos hace sentir un cierto miedo.
Por el contrario, nuestra verdadera identidad está dentro de nosotros, en lo más profundo de nuestro SER. La paradoja es que lo que buscamos es lo que ya somos y para darnos cuenta solo necesitamos conectarnos con nuestros valores lo que supone:
- Percibirnos a nosotros mismos y al mundo con compasión y comprensión.
- No tener miedo y estar dispuestos a adentrarnos en lo desconocido.
- Experimentar la satisfacción espontánea de nuestros deseos.
- dejar de luchar y a cambio sentirnos completamente seguros de lo que Somos
- Sentirnos conectados con todo lo que existe.
- Liberarnos de las limitaciones.
El nivel de resolución que tiene nuestra vida depende del nivel de complejidad que le otorguemos. Una vez que te has apropiado de tu verdadera identidad y experimentado por completo tu naturaleza esencial, podrás dejar de lado la lucha por construir un sentido externo de autoafirmación que en el fondo no tiene sentido.
Cuando la autoafirmación llega a tu vida suprimes tus sentimientos de vacío e infelicidad y orientas tu energía y Amor a poner en valor lo que YA realmente Eres: un Ser magnífico repleto de valores y posibilidades.
Cuando te das cuenta de que lo que eres no tiene nada que ver con lograr cosas externas y menos aún con que los demás tengan una consideración positiva de ti, dejas de esperar a lo que pase fuera para ser feliz y te dedicas a ser feliz con lo que ya tienes dentro.
No hace falta esperar a lograr un ascenso, a tener un coche más grande o incluso a ser lo que la sociedad llama ser un «buen padre/madre», «buen profesional», buen hijo/a o buena amiga/o y comenzarás a estar en paz contigo mismo, irradiar los valores que tienes dentro y a vivir realmente una vida consciente en plenitud.
Hay dos palabras que describen lo que podemos hacer para aumentar nuestra autoafirmación y confiar en nosotros mismos: Vivir Consciente. Pero el uso de nuestra consciencia es una elección personal y a cada minuto podemos elegir con qué nivel de consciencia queremos vivir. Se trata de una opción personal.
Es una opción querer saber más, es una opción desear ver más allá de lo evidente, es una opción querer vivir en paz. Es nuestra opción intentar comprender mejor cómo funciona el universo para vivir una vida plena repleta de satisfacción. Somos libres para elegir la claridad o quedarnos en la confusión.
La autoestima no depende de las características físicas con las que nacemos o con la forma en que los demás nos evalúan, sino con el modo en el que usemos nuestra conciencia y con la honestidad de nuestra relación con la realidad.
El diálogo interno consciente, es una poderosa herramienta para conectarte con tu verdadero Ser. Esta semana te propongo un ejercicio que recomiendan los terapeutas y que se llama «Descubrir el brillo de tus ojos». Mírate al espejo, busca el brillo de tus ojos que refleja el fuego en tu Ser y repite silenciosamente los tres principios de la auto-afirmación:
- Soy totalmente independiente de la buena o mala opinión que los demás tengan de mí.
- No estoy por debajo de nadie y nadie está por debajo de mí.
- No tengo miedo de enfrentar ningún reto.
Realiza este ejercicio unos minutos todos los días durante esta semana y observa si se producen cambios en tu vida que te ayuden a comprender mejor quien eres tú realmente.
Feliz semana!!